Congéneres

Soy mujer, y como tal conozco a mis congéneres. Y cuando digo conozco, no estoy hablando de saber qué son los Jimmy Choos o si el rojo está de moda o cuál es el último artículo central de la Cosmopolitan.

Sé que somos buenas amigas, intuitivas por naturaleza y desciframos mejor que nadie las miradas, las caricias, los silencios, las ausencias. Sabemos aconsejar, curar, ayudar a seguir adelante. Entendemos el olvido y el recuerdo.

Pero también hay mujeres que son arpías, manipuladoras, despiadadas. Hay un tipo de mujer al que no soporto. Es más fuerte que yo, lo reconozco públicamente. Es la que se hace la buenita, la tonta, la bondadosa, la inocente, la cariñosa que no busca nada a cambio, la “nueva gran amiga”. Algunos les dicen mosquitas muertas, como sea, yo las aborrezco.

Aborrezco los juegos, las manipulaciones, las idas y vueltas, las apariciones “como quien no quiere la cosa”. Confieso que al comienzo intento combatirlas, hasta que me sacan tanto de mis casillas, que finalmente prefiero hacerme a un lado y que sigan con su incansable trabajo de lobo en piel de cordero.

3 comentarios:

Caballero rojo dijo...

mmmm... Mujeres... Tan bellas, tan justificadamente inentendibles... Si una persona sangra cinco días al mes no puede tener estabilidad emocional... Mujeres...

Anónimo dijo...

si sos trola tenes que banacarte, si sos mala tambien, eso de hacerte la mosca muerta,la tapada no va... yo admiro la mala que no te vende otra cosa. jaja... admiro?

Lady dijo...

Ana: Totalmente de acuerdo contigo, si sos así, bancatela y punto. Yo no sé si admiro a la mala que no vende otra cosa, pero al menos la miro con más respeto que a la mosquita muerta! ;)

Caballero: Somos justificadamente inentendibles? Será parte del misterio que nos rodea?

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