Iguales

En una charla de café, Alejandro, un verdadero encantador de serpientes, me tiró su verdad a la cara, sin anestesia:

“Por más que digas que todas las historias se parecen en algún punto, vos estás convencida que somos todos diferentes. Esa idea de unicidad que siempre me repetís, es la base de lo que yo entiendo que es un error.”

“¿Cuál es el error? ¿Pensar que somos únicos y terminamos siendo burdas copias de lo que queremos ser? En definitiva, eso también nos haría diferentes. La copia se distingue del original, podrán ser similares pero nunca iguales, ¿no?”

“Ese es el punto. Lo que pasa es que creo que todos somos diferentes, y es eso lo que nos termina convirtiendo a todos en iguales”

Seguí tomando mi café, y me cuestioné si a veces no sería bueno de escuchar ciertas mentiras piadosas.


Eternidad

¿Cuánto dura el amor? ¿Cuatro años como según los estudios científicos dura el enamoramiento? ¿Toda la vida, como juran los románticos? O tal vez días, como descreen los incrédulos.

¿Vivimos un solo gran amor o el amor se renueva en cada intento? Conozco hombres que dicen enamorarse de una mujer diferente cada día, y parejas de 90 años que solo conciben un amor único y eterno.

A veces me pregunto, ¿y si solo viviéramos un gran amor que durara un día y no fuera eterno? Sin dudarlo lo viviríamos a pleno, sin preocuparnos por el mañana y sin pensar en las cargas del pasado. Tal vez así, entenderíamos el significado de la palabra eternidad.